Los diagnósticos de Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) se producen con cierta regularidad, por lo que han proliferado las escuelas de idiomas en muchas ciudades. Superar estas dificultades requiere una comprensión de las características y modalidades de la intervención experta.
¿Qué son los trastornos específicos del lenguaje?
El lenguaje es un sistema complejo y estructurado de símbolos compuesto por varios subsistemas. Contiene así un sistema de sonidos o fonología; reglas de formación o morfología de palabras; sistemas léxicos y de significado, respectivamente léxico y semántico; reglas de formación de oraciones o sintaxis; Leyes del lenguaje.
Es posible que nos encontremos con barreras del idioma si el desarrollo del idioma no sigue los patrones esperados o si alguno de los subsistemas descritos anteriormente está severamente dañado. Para entenderlos, es necesario examinar con más detalle los aspectos que el DMS-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) considera cruciales para el diagnóstico del TEL:
- Dificultad persistente para aprender y usar el idioma en todas sus formas (es decir, hablado, escrito, lenguaje de señas u otros idiomas) debido a deficiencias en la comprensión o producción, que incluyen:
- Vocabulario reducido (conocimiento y uso de palabras).
- Estructura gramatical limitada (capacidad de combinar palabras y frases en oraciones de acuerdo con las reglas de la gramática y el léxico).
- Deterioro del habla (capacidad de usar vocabulario y conectar oraciones para explicar o describir un tema o secuencia de eventos o para mantener una conversación).
- Las habilidades lingüísticas están significativa y mediblemente por debajo de los requisitos para la edad, lo que resulta en limitaciones funcionales para la comunicación efectiva, la participación social, el desempeño académico o el desempeño laboral solos o en cualquier combinación.
- Los síntomas aparecen en una etapa temprana de desarrollo.
- Estas dificultades no pueden atribuirse a problemas auditivos u otros impedimentos sensoriales, disfunción motora u otros trastornos médicos o neurológicos, y no pueden explicarse mejor por una discapacidad intelectual (retraso en el desarrollo intelectual) o un retraso general en el desarrollo.
- Por definición, se puede decir que son dificultades con el lenguaje expresivo o integrado en niños con habilidades intelectuales neurotípicas que no están asociadas con cambios neurológicos, psicológicos o sensoriales. Aunque se encontró que todos los niveles del lenguaje habían cambiado, el efecto principal fue en el lenguaje hablado.
No es un simple retraso: las personas con este trastorno suelen tener un patrón diferente de desarrollo de esta habilidad. Es persistente y los niños tienen problemas incluso cuando lo intentan. Es importante recordar que esto no es voluntario ni falta de esfuerzo por parte del niño. Las dificultades se presentan a nivel sintáctico, morfológico, fonético, semántico y/o pragmático.
Síntomas de alarma
- No puede producir correctamente la mayoría de los sonidos de su sistema de desarrollo del habla.
- No hace oraciones, usa palabras sueltas u oraciones que constan de tres palabras o menos.
- Omite verbos, preposiciones, pronombres o artículos en sus enunciados, lo que le impide describir acciones y perjudica y limita su capacidad de comunicación.
- Su habla era ininteligible, al menos el 80% de su discurso, haciéndolo casi ininteligible para quienes lo rodeaban.
- Uso excesivo de la lengua de signos para expresarse.
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