Las organizaciones en continuo desarrollo son aquellas que están en constante evolución, son aquellas que en última instancia son estables y duraderas. Para ello, es importante vigilar algo importante que muchas empresas ignoran al empezar: el entorno económico de la empresa.
¿Cuál es el entorno económico de la empresa?
Bueno, en general, este término se refiere a todos los factores económicos que afectan los negocios, ya sean buenos o malos. Estos factores lógicamente pueden cambiar las decisiones de una misma iniciativa, porque revelan información que la propia empresa puede utilizar en su beneficio. También podemos hablar de la diversidad de estos factores. Podemos encontrar algunos que no están bajo el control de la empresa, es decir, no puede controlarlos. Ejemplos importantes de factores fuera del control de una empresa son los factores de tipo macro o macroeconómicos. Por otro lado, también podemos encontrar factores que la empresa puede intentar controlar, o al menos mejorar, por ejemplo, su relación con sus intermediarios o proveedores.
Entorno macroeconómico
Es posible definir el entorno macroeconómico de la empresa como la realidad económica que la rodea, junto con las circunstancias que influyen en el desarrollo de la organización. Para analizar el entorno financiero de esta empresa, debemos fijarnos en los propios indicadores macroeconómicos, como el PIB, la inflación o los tipos de interés del país donde se encuentra la empresa. Es cierto que existen muchos indicadores que inciden en el crecimiento de una misma empresa de una forma u otra.
La empresa debe saber sobrevivir a ellos para poder avanzar sin afectar demasiado negativamente al desarrollo, o si lo hace, positivamente. Además de estos factores puramente económicos, podemos encontrar otras variantes que inciden directamente en el desarrollo económico de la empresa.
Análisis PEST
Sus propias iniciales indican el nombre de cada elemento que lo compone. Para empezar, están los factores Políticos, que pueden repercutir en una empresa de diversas formas que pueden afectar a una empresa de manera diferente. Por ejemplo, el tipo de directorio y su estabilidad influyen en las decisiones de la empresa. Subir o bajar los impuestos también tendría un efecto negativo o positivo. La letra E en la palabra corresponde a los factores económicos que ya hemos comentado, que van desde la perspectiva macro a la micro.
La letra S corresponde a factores sociales y tienen un impacto directo en los consumidores, quienes en última instancia están directamente vinculados a la empresa. Ejemplos de estos factores son el crecimiento de la población y el estilo de vida y los pasatiempos de un determinado grupo de personas. Por último, encontramos la letra T, que hace referencia a factores tecnológicos y ha cobrado cada vez más importancia a lo largo de los años. La empresa se ve obligada a evolucionar con los tiempos para no quedarse atrás. Si no logran esto, pueden perder su competitividad, lo que resultará en una reducción de su peso en el mercado y, finalmente, serán expulsados del mercado.
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