Los comportamientos de liderazgo sean buenos o malos es subjetivo y puede variar de un equipo a otro. Todos tenemos diferentes puntos de vista sobre lo que debería ser el líder ideal, Para muchas personas, significa haber alcanzado una meta profesional. Sin embargo, para tener verdadero éxito en la dirección se requiere un conjunto de habilidades.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo es el potencial para influir en el comportamiento de los demás. También se define como la capacidad de influir en un grupo hacia la realización de un objetivo. Los líderes deben desarrollar visiones de futuro y motivar a los miembros de la organización para que quieran alcanzarlas. A continuación te detallamos las habilidades esenciales que todo buen líder debe tener las cuales son:
Talento como Director de Orquesta: Delegar tareas en los empleados o en departamentos enteros es una de las habilidades más debe desarrollar un líder porque, como es bien sabido, cuantas más tareas se te signen diariamente, menor es la calidad del resultado. Por lo tanto, es importante, tanto para su propio nivel de estrés como para la calidad del trabajo, distribuir las tareas. ¿Tienes un buen equipo? Entonces confíe en sus empleados y ceda la responsabilidad.
Habilidades de Comunicación: La capacidad de comunicación puede describirse como una de las habilidades sociales más importantes porque la comunicación es la base de una interacción exitosa en el equipo. Para sobrevivir en la vida profesional, es necesario saber reconocer lo que la otra persona quiere para poder reaccionar de forma comprensible. Un líder inspira y comunica a su equipo las tareas claras y precisas.
Honestidad: Para ganarse y mantener la confianza de su equipo, la transparencia es fundamental. Esto incluye la capacidad de comunicar sus intenciones y las razones de las decisiones de forma clara y transparente, así como el seguimiento de los anuncios y las promesas. Así se evitan los rumores, se demuestra la proactividad y la fiabilidad.
De usted depende crear una cultura de confianza en la que se desee y fomente un comportamiento honesto y ético y en la que sus empleados sepan que pueden confiar en usted en momentos de crisis.
Resiliencia: Como líder, tarde o temprano se enfrentará a conflictos en varios niveles. La capacidad de resiliencia te ayuda a hacer frente a las tensiones y a utilizarlas como ocasión de desarrollo. De este modo, no sólo podrá asumir los temores y preocupaciones de sus empleados y trabajar con ellos para transformarlos en acciones constructivas, sino que también podrá reducir la presión y la coacción. La resiliencia le permite utilizar sus recursos incluso en situaciones de estrés y seguir siendo capaz de actuar y productivo.
Compromiso: ¿Espera el máximo rendimiento de sus empleados? Eso es bueno, pero es aún mejor si también y principalmente pone esta expectativa en usted mismo. Porque no hay nada más motivador que un jefe que muestra con gran compromiso cómo el equipo puede conquistar el mundo junto.
Una Actitud Positiva: En las fases de aumento de los niveles de estrés, el ambiente de trabajo suele ser el primero en resentirse. Un jefe positivo tiene aquí un efecto amortiguador y consigue que el ambiente no cambie y se mantenga la motivación y la productividad. Si tu equipo se alegra de verte por la mañana, seguro que no has hecho nada malo.
Creatividad: Ser creativo como líder implica ser capaz de tomar decisiones rápidas. Pero también significa tomarse el tiempo necesario para revisar y evaluar siempre todas las alternativas importantes. Algunas decisiones son más difíciles que otras y a veces hay que desviarse de la norma. Aquí es precisamente donde usted, como directivo, necesita y muestra su creatividad.
Talento Motivador: Trabajar hacia un objetivo común, compartir una visión, es importante para motivar a los empleados. Pero esta motivación y entusiasmo también quiere ser recompensada. Muestre su aprecio por el buen trabajo y agradezca a sus empleados sus esfuerzos. Los líderes deben desarrollar visiones de futuro y motivar a los miembros de la organización para que quieran alcanzarlas.
Inteligencia Emocional: Para vivir activamente su competencia como entrenador y comunicador y apoyar así a su equipo, es crucial un alto grado de inteligencia emocional. Hasta cierto punto, este es un rasgo que ya debes poseer. Sin embargo, también es posible desarrollar más su IE. Esto implica trabajar constantemente en uno mismo.
La conclusión que se puede plantear, luego de este corto acercamiento a las cualidades de un líder, es que todas las personas tienen la capacidad de ejercer liderazgo en diversos aspectos y distintos escenarios sociales. La diferencia radica en que algunos individuos son innovadores y asumen riesgos que les permiten salir de las etapas de crisis empresarial dejando enseñanzas y caminos que se deben seguir para superar este tipo de situaciones.
No obstante, esta forma de empatía requiere una escucha activa, compasión y comprensión. Trata de comprender las razones que subyacen al comportamiento de sus empleados y, de este modo, reconocer cómo puede apoyar mejor a su equipo. Al mismo tiempo, te conviertes en un confidente y un punto de contacto para tus empleados, actúas como un modelo a seguir y puedes resolver los conflictos más rápidamente. También porque te los traen más rápido, porque te comunicas a la altura de los ojos.
Ahora bien, el posicionamiento competitivo de una empresa requiere que la Dirección recaiga en manos de profesionales con una impecable preparación en gestión empresarial, en aspectos como recursos humanos, marketing, dirección estratégica, comercial, sistemas de información y finanzas.
La Maestría en Alta Dirección de Empresas es uno de los programas MBA de carácter multidisciplinar más completos y competitivos del mercado internacional desarrollado por el Centro Europeo de Postgrado (CEUPE). Está diseñado e impartido por un claustro de profesionales y doctores de universidad cuya misión es capacitar a sus alumnos, de forma práctica, en las más recientes y novedosas técnicas de gestión y administración de empresas, así como a desempeñar funciones de dirección empresarial en un mercado cambiante y competitivo, en el que hay que enfatizar el pensamiento crítico y estratégico, las habilidades directivas y la ética empresarial.
Esta maestría ofrece una formación completa y práctica orientada a la dirección de empresas, combinando asignaturas de los diferentes departamentos de dirección y toma de decisiones de la empresa, Marketing, Ventas, Negocios, Dirección Estratégica, Innovación, Finanzas, Recursos Humanos, Producción y Procesos, y se articula a través del conocido Método del Caso para aplicar de forma directa dichos conocimientos a través de la resolución de realidades empresariales de diferentes sectores, mercados y tamaños.
Comentarios